Aunque el césped ya exista, hay que tener en cuenta algunos puntos a la hora de regarlo:

Básicamente, el riego se realiza de marzo a octubre. De octubre a febrero, el césped está drenado y, por tanto, no es necesario regarlo.

Independientemente de la estación, el césped debe regarse por la mañana temprano o por la noche, preferiblemente por la mañana. Durante la noche falta sol y calor, las plantas no se secan bien y las enfermedades fúngicas pueden propagarse rápidamente.



Regar de 2 a 3 veces por semana es suficiente en todas las condiciones de suelo y estaciones. Incluso en verano, no es necesario regar más de 2 ó 3 veces por semana.

La cantidad de agua depende de la estación. Varía entre 25 y 40 mm. En verano, deben administrarse hasta 40 mm. Así se garantiza que llegue suficiente agua al subsuelo y se absorba. Sin embargo, con riegos diarios cortos, gran parte del agua se evapora antes de que el suelo pueda absorberla.