El aceite extraído de las semillas del árbol de neem puede emplearse como un insecticida natural en la lucha contra los organismos nocivos. Los cultivos o las plantas ornamentales dañadas por picaduras o succiones pueden ser protegidas con este aceite repelente natural.
La presencia de la azadiractina, principio activo del aceite de neem, confiere un sabor amargo que resulta ser un remedio eficaz contra los parásitos. En particular, actúa sobre las fases larvales de los parásitos, reduciendo la producción de la hormona ecdisona. Esto interrumpe el proceso de muda de las larvas, altera su metamorfosis e impide la emergencia de insectos adultos.
El aceite de neem también tiene un efecto inhibidor sobre la actividad alimentaria de los insectos y parásitos adultos. No mueren inmediatamente, pero se produce una detención relativamente rápida de la alimentación. Dado que la hormona ecdisona está presente en todo el reino de los insectos, la azadiractina/aceite de neem no es específica, sino que tiene una amplia eficacia.
El uso de preparaciones especialmente mezcladas de aceite de neem como productos fitosanitarios no está permitido. En la UE, solo se permite el uso de productos probados y aprobados. Por este motivo, hemos decidido desarrollar un spray listo para usar. Basta con rociarlo sobre las plantas.
Está aprobado para su uso en el jardín, en casa o en invernadero.
El árbol de neem es originario de Asia. Allí, el neem es conocido desde hace tiempo como un remedio milagroso. El árbol, resistente a la sequía y que puede alcanzar hasta 20 metros de altura, puede vivir durante 200 años. Crece muy rápidamente y da fruto después de pocos años. Un árbol adulto produce hasta 50 kg de frutos.
Además de para la protección de las plantas, el aceite de neem se utiliza también para la producción de cosméticos y alimentos para animales.
