Los girasoles son símbolos de luz y alegría, perfectos para agregar un toque de color a tu jardín, huerto o balcón. Aunque normalmente se cultivan en primavera, es posible sembrar girasoles en otoño, especialmente si se cultivan en interiores. ¡Veamos cómo hacerlo!
¿Por qué cultivar girasoles en otoño?
Los girasoles no solo son hermosos, también traen muchos beneficios a tu jardín. Sus raíces profundas mejoran la estructura del suelo y ayudan a prevenir la erosión. Además, sus flores atraen polinizadores como abejas y mariposas, contribuyendo a un ecosistema saludable. Si los cultivas en un balcón o terraza, los girasoles pueden actuar como una barrera natural contra el viento, protegiendo a las plantas más delicadas.
1. Elige variedades de crecimiento rápido
Para cultivar girasoles en otoño, es esencial elegir variedades de crecimiento rápido que puedan completar su ciclo de floración en un período corto. Variedades como "Sungold Teddy" y el girasol ornamental enano son ideales, ya que florecen en solo 60-70 días. El Set de Semillas de Girasol de Lerava ofrece una selección de variedades perfectas para la siembra otoñal, que van desde girasoles enanos y ornamentales hasta gigantes amarillos y rojos, perfectos para darle un toque espectacular a cualquier espacio verde.
2. Usa un suelo rico y bien drenado
Los girasoles necesitan un suelo rico en nutrientes para crecer vigorosamente. Usa un suelo ligero y tamizado, mezclado con humus de lombriz para garantizar el suministro adecuado de nutrientes. El humus de lombriz es un fertilizante natural que mejora la estructura del suelo, ayudando a retener la humedad sin crear encharcamientos. Las bandejas de siembra son perfectas para la fase inicial, pero una vez que las plántulas hayan crecido, podrás trasplantarlas a macetas más grandes o directamente al jardín.
3. Colócalos en plena luz
Como su nombre lo sugiere, los girasoles necesitan mucha luz para desarrollarse correctamente. En otoño, si las temperaturas lo permiten, coloca las macetas en una zona soleada del jardín o balcón. Si el clima es más frío, mantenlas en el interior, cerca de una ventana bien expuesta al sur. Recuerda que los girasoles, además de dar un toque de color, pueden convertirse en una fuente natural de sombra para otras plantas más delicadas, creando un microclima ideal en tu balcón o terraza.
4. Mantén el suelo húmedo
A los girasoles les encanta el agua, pero es importante no exagerar. Mantén el suelo húmedo regando regularmente, especialmente cuando las plantas son jóvenes. Asegúrate de que el suelo esté bien drenado para evitar encharcamientos, que podrían dañar las raíces. Un consejo útil es utilizar un plato con una capa de grava: de esta manera, el exceso de agua podrá escurrir libremente, evitando que las raíces se pudran.
Otros beneficios de los girasoles
Además de decorar tu jardín, los girasoles pueden ser útiles de muchas otras maneras. Una vez maduros, las semillas de los girasoles se pueden recolectar para producir bocadillos saludables y nutritivos. Además, las semillas son una excelente fuente de alimento para las aves durante el invierno, atrayendo así la fauna silvestre a tu jardín.
Comienza a cultivar girasoles con el kit de Lerava
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás disfrutar de los girasoles también en otoño. Si deseas tener una variedad de girasoles, prueba el Set de Semillas de Girasol de Lerava, que incluye semillas de variedades diferentes para una explosión de colores y formas. La jardinería es una actividad relajante y gratificante, y los girasoles son de las plantas más fáciles de cuidar, ideales incluso para quienes se inician en la jardinería.
¡No esperes más: planta ya tus girasoles y comparte en los comentarios qué variedad has elegido!
